jueves, 24 de enero de 2008

Licencia para rezar


La Generalitat de Cataluña aprobará en febrero de este año la Ley sobre Centros de Culto.

La autoridad catalana tiene previsto aprobar en febrero una polémica Ley sobre Centros de Culto por la que se pretende regular las reuniones con fines religiosos. Según el Gobierno de la Generalitat, el proyecto nace por la necesidad de atajar la proliferación de mezquitas improvisadas y templos de otras religiones minoritarias, pero su aplicación, según ha denunciado la diputada del Parlamento catalán Glòria Renom, «afecta de lleno a la Iglesia católica», puesto que «no se podrá celebrar misa ni reunirse para hablar de religión sin una licencia municipal, ni en la ermita más pequeña ni en la mayor catedral».

El proyecto de Ley, impulsado por el vicepresidente del Gobierno autonómico Josep Lluis Carod Rovira, ha despertado la inquietud también entre los obispos españoles. El pasado noviembre, monseñor Joan-Enric Vives, manifestó la preocupación de los obispos catalanes «por este proyecto, porque se trata del ejercicio de un derecho fundamental como es el derecho a la libertad religiosa». Los obispos han señalado además que «se pretende regular con una misma ley realidades muy diversas, como son las iglesias, las sinagogas y las mezquitas». En Cataluña, efectivamente, se encuentran 13 religiones diferentes con 3.500 centros de culto, 2.500 de los cuales pertenecen a la Iglesia católica.

Las licencias del alcalde

El proyecto de Ley contempla que sean los municipios los que otorguen las licencias para lugares de culto. Tan sólo quedarían exentos los centros de culto de hospitales, tanatorios, prisiones y los que pertenecen al patrimonio artístico o arquitectónico.

El grupo ha deplorado que este proyecto de Ley, «aplicado a las parroquias tal y como está redactado, tiene como resultado que cualquier alcalde podría cerrar en su ciudad una parroquia, iglesia o centro de catequesis». La asociación E-Cristians también ha dado la voz de alarma y ha asegurado que «es de dudosa constitucionalidad querer regular los centros de reunión y formación de carácter religioso, cuando otras actividades de carácter asociativo y formativo no lo tienen».

El Partido Popular también ha mostrado su rechazo al proyecto de Ley. La portavoz del partido en el Parlamento de Cataluña, Carina Mejías, anunció el pasado 13 de enero que su partido presentará una enmienda a la totalidad de la iniciativa presentada. A juicio de Mejías, la Ley es «innecesaria» y «atenta contra el principio constitucional de autonomía local».


Tomado de La Razón.

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